jueves, 27 de enero de 2011

La leyenda del "mago de Westwood"

"Be true to yourself. Make each day a masterpiece. Help others. Drink deeply from good books. Make friendship a fine art. Build a shelter against a rainy day".
"Se fiel a ti mismo. Haz de cada día una obra de arte. Ayuda a los demás. Profundiza en los buenos libros. Haz de la amistad un arte. Construye un refugio contra los días lluviosos".
Estos son los valores que John Wooden aprendió de su padre y escribió en un papelito que llevaba siempre consigo.


No se puede entender la historia del equipo de baloncesto de UCLA, ni la repercusión de la liga universitaria estadounidense, sin conocer la vida de John Wooden. También conocido como "el mago de Westwood", o "el mejor entrenador de la historia del siglo veinte".

John Wooden nació en 1910 en Centerton, un pueblo granjero del estado de Indiana, en un familia humilde que sufrió las consecuencias de la "Gran Depresión". En aquellos tiempos, el entrenador aprendió e interiorizó los valores de su padre, un trabajador humilde del medio oeste americano. Se graduó en lengua inglesa en la Universidad de Purdue, y fue profesor de escuela en Kentucky e Indiana, donde empezó su carrera como entrenador. Falleció el 4 de junio de 2010 en el hospital universitario de UCLA.

Durante sus años como entrenador de los Bruin, Wooden consiguió unos números todavía inalcanzables: sus equipos fueron campeones en 10 ocasiones entre 1964 y 1975, ganando 7 campeonatos seguidos entre 1966 y 1973, 88 partidos consecutivos entre 1971 y 1974, y con un total de 620 victorias por 147 derrotas. Durante cuatro de estas temporadas, el equipo consiguió resultar imbatido: sumó 30 victorias por 0 derrotas.

Kareem Abdul-Jabbar, el mágico pivot de los Lakers y de los UCLA Bruin, reconoció que al principio desconfió de su entrenador por ser demasiado afable, cursi, paternal. En el año 2000, sin embargo, Abdul-Jabbar declaró al "New York Times" que Wooden les enseñó que lo importante no era el éxito, sino el camino. "Estaba más preocupado por nuestro éxito como personas que como jugadores. Nos estaba preparando para la vida".

El sábado pasado, 22 de enero de 2011, los "Bruin" ganaron al equipo de la universidad Stanford por 68 a 57 puntos. Yo estuve en las gradas del estadio, el "Pauley Pavilion".

Contra la misma universidad, John Wooden dirigió su último partido en el pabellón local. Fue el 1 de marzo de 1975. Un mes después, aquel equipo histórico venció en semifinales a la universidad de Louisville. Justo al finalizar el encuentro, el "mago de Westwood" anunció que se retiraría después de la final. Los Bruin ganaron a Kentucky por 7 puntos, y consiguieron el décimo campeonato de la era Wooden. En aquel momento, Wooden dejó de ser entrenador y comenzó a ser leyenda.

Siempre confesó que nunca le gustó que le llamaran "El entrenador". Él prefería que le llamaran "El profesor".

domingo, 23 de enero de 2011

Universidad de California de Los Ángeles (UCLA)

La Universidad de California de Los Ángeles (UCLA) fue fundada en el año 1919, tiene aproximadamente 40.000 estudiantes y ocupa la posición número once en la clasificación anual de universidades del mundo que hace la institución "Times Higher Education".

El campus cuenta con un total de 163 edificios, distribuidos a través de 1.7 km cuadrados, en la zona oeste de la ciudad, en el barrio de Westwood, dejando las playas de Santa Mónica a un lado, y las casas lujosas del barrio de Beverly Hills a otro. Su edificio más fotografiado y simbólico, el "Royce Hall", uno de los cuatro orginarios, está inspirado en la Basílica de San Ambrosio, en Milan.

Las instalaciones son bonitas, impactantes y útiles: uno podría pasar días sin salir de este recinto sin aburrirse ni darse cuenta, alternando baños en sus piscinas, jornadas de duro gimnasio, partidos de fútbol o frisbee en sus grandes espacios, leyendo en sus bibliotecas, comiendo hamburguesas en su centro comercial, o tumbándose a descansar bajo la sombra de cualquier árbol. Por estos edificios, pasillos, caminos y parques, caminan todas las mañanas muchos estudiantes, que llegan tarde a sus clases, vienen de broncearse al sol o descansan a comer en la terraza del Ackerman Union. Algunos circulan en bici, otros se lanzan en monopatines.

Entre ellos, suelo mezclarme yo, que voy y vengo de un lado para otro, ya sea a las facultades, ya sea a jugar partidos de fútbol, ya sea a juntarme con algunos amigos. Estoy estudiando el último año de la carrera de periodismo, y asisto a tres clases cada trimestre. El seguimiento académico no es ni agotador ni muy dificil, aunque es constante y continuo, y la lengua inglesa aumenta bastante la complicación. Es sorprendente, por ejemplo, que todas las asignaturas tienen exámenes parciales, en un par de semanas oficialmente dedicadas a ellos.

En las aulas, los americanos son atentos y participativos. Si las explicaciones del profesor son a una hora temprana, entre las ocho y media y las once de la mañana, uno no debe sorprenderse si ve a sus compañeros con bolsas de desayuno, comiendo bocadillitos de bacon, queso y tortilla, y bebiendo coca-cola fresca, o cafés calientes. Es una costumbre bastante habitual. Otro aspecto que podría alarmar a un visitante son las ropas de la gente: una inmensa mayoría de alumnos acude a las clases en ropa deportiva y con chanclas de piscina. Yo he visto a poca gente hacer eso en mi universidad madrileña, pero no cabe duda de que es una buena manera de resistir el calor de California.

Yo, siempre que llego a mi clase, busco un asiento junto a algunos amigos o conocidos, y saco mi cuaderno para tomar algunos apuntes, y escribir ideas. En la misma fila donde yo me siento, los demás alumnos sacan sus ordenadores portátiles, bucean por alguna red social y abren los programas de escritura. Más de la mitad de una clase de noventa alumnos toma notas con sus ordenadores portátiles. En mi universidad madrileña, sólo recuerdo haber visto a tres o cuatro chavales. Esto es Los Ángeles.

lunes, 17 de enero de 2011

Martin Luther King Jr. y Rosa Parks

"Con frecuencia, los hombres se odian unos a otros porque se tienen miedo; tienen miedo porque no se conocen; no se conocen porque no se pueden comunicar; no se pueden comunicar porque están separados."
-Martin Luther King Jr. en el libro "Stride toward freedom; the Montgomery story".
El tercer lunes de enero Estados Unidos celebra, con fiesta nacional, el nacimiento del activista por los derechos civiles de la población afro-americana, Martin Luther King Jr (1929-1968).

El hecho que desencadenó todo el movimiento político fue un pequeño gesto: el 1 de diciembre de 1955, en la ciudad de Montgomery, Alabama, una mujer negra, activista política, llamada Rosa Parks, se negó a cederle su sitio en la parte delantera de un autobús a un hombre blanco, como mandaban las costumbres en el Sur del país. Sólo fue un gesto, pero fue suficiente. El caso llegó al Tribunal Supremo de Estados Unidos, que declaró que la segregación racial en los autobuses era contraria a la Constitución.

Cuando fue encarcelada, la población negra de Montgomery comenzó un boicot contra la compañía de autobuses. El lider de las protestas era un pastor de la Iglesia baptista, nacido en Atlanta, inspirado en Mahatma Gandhi y partidario de la resistencia pacífica, que respondía al nombre de Martin Luther King Jr.

Desde entonces, su protagonismo fue en aumento y se convirtió en el rostro de la lucha pacífica por los derechos civiles. En la primavera de 1963, su organización ("Southern Christian Leadership Conference") organízó protestas en el estado de Alabama. El resultado fue una brutal represión de la policía blanca: las imágenes del jefe de la policía, Eugene "Bull" Connor, dirigiendo sus cañones de agua y perros policía contra los manifestantes negros, fueron vistas por televisión en todo el país.

Las manifestaciones de la comunidad negra continuaron, y culminaron en la Marcha sobre Washington del 28 de agosto, en la que 250 000 personas, de todas las razas y colores, se reunieron frente al Capitolio. El objetivo era denunciar la falta de derechos civiles y la desesperante situación de la población negra en el Sur del país. Allí fue donde Martin Luther King Jr. pronunció su célebre discurso "I have a dream".

Todo ello fue decisivo para la aprobación, en 1964, de la Ley de los Derechos Civiles de 1964, y la Ley del Derecho al Voto de 1965.

En 1964, Martin Luther King Jr, recibió el Premio Nobel de la Paz. En 1968, fue asesinado cuando estaba asomado a un balcón en un hotel en la ciudad de Memphis, a donde había viajado para apoyar una huelga de trabajadores. En 2011, sigue siendo recordado como uno de los grandes líderes del mundo en el siglo veinte.

Su legado ha sido, sin duda, decisivo en el avance de los derechos civiles de todas las razas en todo el mundo. Pero todavía existen minorías injustamente tratatadas en diferentes lugares, y todavía hacen falta gestos. Como el de Rosa Parks.

jueves, 13 de enero de 2011

Cambio de año

El año 2010 nos ha dejado algunos acontecimientos y personajes relevantes en la vida pública de Estados Unidos.

En relación con la política nacional, tenemos algunos hechos destacables.

El presidente Barack Obama celebró la aprobación de su parcial reforma sanitaria el 23 de marzo y de la reforma financiera el 21 de julio, mientras que tuvo que afrontar el vértido de petroleo de una compañía británica en el Golfo de México durante 86 días, desde el 20 de abril, y la clara derrota en las elecciones intermedias del 2 de noviembre.
El Partido Republicano, en cambio, ha salido reforzado: John Boehner se ha convertido en el presidente de la Cámara de Representantes, donde el partido conservador ha logrado el poder. Algunos miembros del partido se han unido para beber té, llamando a la revolución liberal, y han sido acusados de encrespar el ambiente político con sus discursos.
En los últimos meses, la página web Wikileaks destapó informaciones confidenciales de las Embajadas del país a lo largo de todo el mundo. Su dirigente, Jules Assange, ha denunciado una campaña contra él y su equipo.

En otros ámbitos, tenemos otros hechos no menos destacables.

Lady Gaga y Kate Perry han continuado ganando popularidad y dinero, al mismo ritmo que perdían verguenza y escrúpulos.
La selección nacional de fútbol sorprendió agradablemente en la Copa del Mundo, a pesar de perder contra Ghana en octavos de final.
Tiger Woods protagonizó portadas y programas de televisión, y no precisamente por su manejo de las pelotas de golf.
Steve Jobs volvió a irrumpir en las casas de la gente con sú ultima inveción, el Ipad.
Mark Zuckerberg fue nombrado hombre del año por la revista Time, por ser el creador de Facebook, revolucionando las comunicaciones mundiales, y el inspirador de la película "The Social Network".

Yo, mientras tanto, he vuelto a instalarme en mi pequeño rincón en la inmensa ciudad de Los Ángeles. Cuando aterricé el 2 de enero, en mi vuelta de las vacaciones, dejé en Madrid un frío pelón, y fui recibido por una lluvia molesta y unos cielos grises. Desde ese día, las temperaturas se han suavizado y el sol ha salido más veces que menos. Supongo que eso es lo que todos queremos con el cambio de año, y de los meses, y de los días. Que tengan ustedes un feliz año.