miércoles, 22 de septiembre de 2010

Un lugar llamado California

Cuentan las guías de viajes sobre el lejano oeste de Norteamérica que en 1848 James W. Marshall gritó, mientras trabajaba junto a las aguas del río Americano,: "Muchachos, creo que he encontrado oro". Aquella noticia cruzó con el viento las tierras de Estados Unidos. Los comerciantes y hombres de mar la difundieron por el resto del mundo. Tiempo después, cualquier persona anhelaba con viajar a aquel lugar donde podías llegar sin ropas ni centavos, encontrar oro en la naturaleza y comenzar una vida nueva. Muchos hombres y mujeres de todo el mundo emprendieron el viaje y poblaron aquellas tierras semi-salvajes. Aquel hecho comenzó la leyenda de un lugar llamado California.

En la actualidad, las cosas han cambiado: antes de la fiebre del oro, California tenía cerca de 15.000 habitantes; ahora, tiene 38 millones. Aquellos poblados se han convertido en las ciudades más grandes del mundo. Los paisajes silvestres han sido sustituidos por autopistas de diez carriles y calles con diez mil números. Los lugareños han dejado paso a ricos actores de cine y estrellas de rock sin escrúpulos. Es evidente que las cosas han cambiado. Pero el deseo sigue siendo el mismo que en los primeros tiempos. Aquel que viene a California, lo hace en busca de la leyenda: crecer como persona, cambiar de estilo de vida, viajar al futuro. Bienvenidos.

2 comentarios:

  1. " En busca de la leyenda: crecer como persona..."

    Volver siendo un hombre libre... Qué grande Dylan, y qué grande tú, Capi.

    Pórtate bien y no te metas en líos! ;)

    Un besazo! María.

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  2. Ánimo con esa aventura.
    Yo sé y tu sabes, que están acojonados con tu llegada los yankis.
    Saben que ha llegado un grande y eso los asusta.
    así que ya sabes, demuestra que no se equivocan.
    Nos leemos

    Insabio

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