lunes, 29 de noviembre de 2010

Medidas de seguridad

Había una vez un grupo de amigos que compartían un terreno donde construyeron una casa. Después de terminar la construccion del edificio, decidieron crear un jardín con unas pistas de tenis, una piscina de tamaño mediano, un pequeño local donde celebrar cumpleaños en invierno, y algunas zonas con bancos donde sentarse a descansar.

Cuando todo estaba construído, se sentaron una tarde a planear las medidas de seguridad con que defenderían el edificio y, sobre todo, a sus habitantes: niños y mayores. Ninguno tenía duda de que su edificio, que habían construido con esfuerzo y paciencia, estaba en una zona residencial tranquila, fuera de peligros. Pero todos sabían también que nunca se sabe, que siempre hay personas malas por ahí fuera, dispuestas a ir hasta el edificio y ponerles en problemas.

Debido a ello, los amigos que habían construido la casa no se ponían de acuerdo.

Unos eran partidiarios de blindar el edificio con largas verjas con espinas, querían colocar video-cámaras que grabasen los lugares de entrada y salida y contratar un vigilante de seguridad que hiciese guardia a todas horas. Estos formaban el grupo partidario de primar la seguridad. Otros eran partidarios de colocar verjas, pero sin espinas, creían que no era necesario instalar cámaras de video que les grabasen yendo y viniendo, día tras día, y no veían necesario contar con un vigilante de seguridad las veinticuatro horas del día. Estos formaban el grupo partidario de primar la libertad.

Desde los atentados del 11 de septiembre de 2001, las medidas de seguridad de los aeropuertos de Estados Unidos se han incrementado sin parar, y desde hace días, 70 aeropuertos de Estados Unidos han añadido métodos de control nuevos en la entrada de pasajeros.

En la zona de control, uno debe quitarse los zapatos, deshacerse de cualquier recipiente con líquido, incluso de una botella de agua contra la tos seca, y colocar todo lo que lleve en unas bandejas. La novedad está en el siguiente paso: cuando pasan por el arco detector de metales, los pasajeros son sometidos a un escáner corporal que es capaz de ver a través de la ropa, y las imágenes son revisadas en otra habitación. Si uno se niega a pasar este control, es sometido a un cacheo manual exhaustivo en una habitacíón privada, pero eso conlleva diez o quince minutos. Desde diferentes rincones del país, se animó a los ciudadanos a protestar contra estos sistemas y boicotearlos durante los vuelos de las vacaciones del "Día de Accion de Gracias". Pero solo hubo gestos que quedaron como anécdotas: como una mujer que pasó los controles en bikini o unos tipos que vistieron calzoncillos opacos.

El Jefe de la Administración de Seguridad en el Transporte, John S. Pistole, ha asegurado que, a pesar de las protestas, "no habrá cambios inmediatos". Barack Obama, el presidente del país, ha afirmado que comprende el malestar del ciudadano pero que son medidas necesarias para proteger a la nación.

Estados Unidos sí tiene claro cuáles quiere que sean las medidas de seguridad de su edificio.

1 comentario:

  1. Pistole. Muy adecuado para un Jefe de Administración de Seguridad... ¡jeje!

    Marta.-

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